Durante la detención de un hombre que amenazaba a un agente, un perro policía se abalanzó sobre el detenido y le mordió el brazo. El guardia intentó liberar al hombre de las mandíbulas del animal, pero no lo consiguió; el can no soltó a su presa ni cuando el detenido estaba inmovilizado en el suelo y esposado. El viandante que grabó la escena exclama atónito: "¡Cómo es posible que no podáis controlar al animal!".